¿Cansado de gastar dinero sin ver los resultados que buscas?


Hace muchos años me llamaron para atender un haras muy chico cercano a la costa, cuyos propietarios no eran potentados ni mucho menos, pero sí hacían todo con mucha pasión. Concretamente su problema era que a pesar de contar con padrillo propio y una cantidad relativamente baja de yeguas madres, tenían un porcentaje muy bajo de preñez y de nacimientos de productos vivos. 

Me invitaron a pasar unos días allí para ver si podía ver por donde era que le estaban errando, El lugar era muy agradable, bastante bien puesto, sin lujos, pero sin faltantes de importancia. Lo primero que pensé que podía estar pasando era que los animales estuvieran con problemas de alimentación. Sin embargo no mas llegar, me di cuenta de que por ahí no venía el problema. Las yeguas tenían un buen estado nutricional y el padrillo estaba muy bien de estado corporal. Además el encargado del campo, que se encargaba de todo (era padrillero, partero, alambrador, se encargaba de las yeguas madres y de arreglar el molino entre algunas de sus muchas actividades) tenia devoción por los animales y por su trabajo. Era un auténtico hombre de campo, con unos cuantos años encima, calculo que pasaba largamente los 60 años, pero con un amor propio hacia su labor, que era realmente encomiable.

Rápidamente me gané su confianza y pasamos los siguientes dos o tres días recorriendo el campo, realizando tactos para evaluar el estado reproductivo de las yeguas madres, inspeccionando los bebederos, buscando plantas tóxicas y cuantas tareas te puedas imaginar, intentando descubrir por donde venia la falla. 

Al tercer día algo se empezó a vislumbrar, cuando este hombre de tareas múltiples, que era el padrillero, me consulta si es normal que el semen tenga un color rosado o rojizo. Obviamente le dije que no, y le pregunte cuántas veces daba servido en la semana. Me dijo que una vez por día mínimo y a veces hasta dos veces al día todos los días de la semana y del mes. 

Y ahí se aclaró todo.

Si sos una persona avezada en el tema de la reproducción ya te habrás dado cuenta por que. Si no es así te paso a explicar.

En los haras grandes, lo usual es que, debido al alto costo de los servicios, así como al valor de los padrillos y yeguas madres, el padrillo sirva a la yegua una vez en toda la temporada, raramente dos y casi nunca tres. Normalmente un padrillo da alrededor de 70 a 110 servicios durante la temporada reproductiva. Ahora bien, para poder realizar todo esto a la perfección, se necesita mucho personal, altamente entrenado, con mucho amor por su tarea, ya que hay que tactar a las yeguas varias veces al días durante el celo, para poder dar el servicio en el momento exacto y maximizar las chances de que la misma quede preñada con un solo salto. 

Obviamente en los haras más chicos, en donde los recursos son más limitados, no es posible hacer un seguimiento tan exhaustivo de los animales, entonces lo que se hace es dar más de un servicio durante el celo, y volver a repetir si se vuelve a alzar. 

Ahora no es conveniente dar servicio a tontas y a locas. Hay que tener un método. 

¿Y a que viene esta historia? Pues que por desconocimiento, esta gente estaba perdiendo plata al no poder preñar a sus yeguas a pesar de poseer padrillo propio y no más de 12 o 15 yeguas madres. Sin embargo, al no tener con quién consultar, daban todos los servicios que podían en la temporada, pensando que si daban más servicios, tendrían más chances, cuando la realidad les demostró lo contrario. En ese mismo viaje les armé un programa de servicios para no desgastar al padrillo (ni al padrillero) y así maximizar los resultados. (Si quieres saber que consejo le di, no dudes en ponerte en contacto y con gusto te ayudo a resolver tus dudas)

La enseñanza aquí es que si bien es una actividad que requiere invertir plata, eso no garantiza resultados. Y si te fijas la clave esta en el título y en este último párrafo. Una cosa es gastar plata en esta actividad y otra es invertirla en forma inteligente. Y una forma de invertir es rodeándote de personas capaces, honradas y por sobre todo con mucho amor por su trabajo. 

Y recuerda: Nada es imposible, si no te rindes. Si te caes, muchos estarán para ayudar a levantarte, pero ninguno se levantará por ti. 

Un saludo y hasta la próxima.

Atte. Esp. Abel F. Bacigalupe

Celular: 54 9 11 4418-6559

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