Claudicaciones 2


Hay veces que encontrar la causa de la claudicación es relativamente sencilla. Otras tantas, no tanto, ya sea por que son lesiones pocos frecuentes, por que el animal no lo manifiesta o porque son multifactoriales. Es en estos casos en donde el trabajo del profesional veterinario se transforma en arte. Y es que si bien los clientes asumen que llaman al veterinario por que éste SABE que es lo que tiene su animal, la realidad es que no siempre sabemos que es lo que tiene, sino que tenemos que DESCUBRIR la/s causa/s. Y esta tarea de descubrir es un arte en si misma.
¿Qué tenemos que descubrir?

Donde (localización anatómica)

Por que (causa o etiología)

El «donde» lo vamos a deducir tanto de lo que podamos observar y palpar, como de la información que vamos a obtener de la persona que esta mas tiempo con el animal, generalmente el petisero, caballerizo o peón. Este individuo, que pasa muchas veces mas tiempo con nuestro equino que nosotros mismos, tanto como propietarios y/o como profesional, muchas veces es subestimado en cuanto a la información que nos puede proporcionar. Y generalmente es el más interesado en que nuestro animal se mejore. Escúchenlo siempre; con el tiempo descubrirán en quienes pueden confiar mas o menos, pero no se olviden que siempre es un eslabón muy importante como fuente de información.
Una vez localizado el «donde» nos tenemos que dedicar a buscar el o los porque/s. A partir de los datos que recolectamos durante la consulta como ser, raza, sexo, edad, ocupación o actividad que desarrolla, la inspección y la revisación clínica, podemos inferir un diagnóstico, presuntivo o definitivo. En caso de no tener certeza podemos recurrir a los llamado métodos complementarios. Éstos incluyen análisis sanguíneos, imaginología (Rayos X y ecografías son los más frecuentemente utilizados, aunque en ciertos países ya están utilizando Tomografia Axial Computada o Resonancia Magnética) y anestesias tronculares como los más frecuentemente utilizados.
Con los métodos complementarios hacemos foco en «el árbol» mientras que con la clínica lo que hacemos es «tomar el bosque en su conjunto» ¿Y por que creen que estoy haciendo esta afirmación?

La respuesta es sencilla de dar, aunque quizás más complicada de entender. Muchas veces en el afán de «evitar el intermediario» los propietarios llaman primero a un imaginólogo, antes que al clínico, en su afán de ahorrarse unos pesos. Otras veces aunque es el clínico el que solicita el estudio, el propietario, quizás por ansiedad, comienza a preguntarle al imaginólogo, que ve o que tiene. El inconveniente surge cuando ante una misma imagen, el clínico emite un pronóstico y el imaginólogo emite otro totalmente contrapuesto. Y el propietario en este momento se encuentra frente a otra disyuntiva » ¿a quien le creo?; con lo cual ahora en vez de tener un problema tiene dos. Esto no solo sucede frente a imágenes, sino también frente a análisis clínicos, datos de biopsia, anestesias tronculares, etc.
Por eso es importante tener en cuenta que los métodos complementarios son justamente «COMPLEMENTARIOS» de la clínica y de ninguna forma la suplanta. Como dice el viejo refrán «La clínica es soberana»
Como se podrán imaginar las localizaciones anatómicas son extremadamente variadas así como las causas, por lo que no vamos a extendernos en demasía aquí. Sin embargo si hay que hacer notar que una vez localizado el o los sitios de claudicación y su origen, es necesario consensuar con el propietario, tenedor y/o responsable del mismo que tratamiento instaurar, cual es el pronostico probable y que tiempo estimado va a llevar tratar determinada lesión. Así mismo debe realizarse un compromiso Y consentimiento tácito ( o mejor explícito) de que el cliente / propietario va a respetar los procedimientos y tiempos pactados con su veterinario en el tratamiento de cualquier patología. Es mejor, si no se está de acuerdo en algún punto, hablar previamente y buscar un nuevo punto de acuerdo antes que lamentarse por el costo, tiempo y/o resultados una vez realizado y concluido el tratamiento. Ésto nos evitará rispideces, malos entendidos dolores de cabeza. Siempre pregunten ANTES de tomar cualquier decisión. Es mejor INVERTIR tiempo en aclarar todos los puntos, que GASTAR tiempo en arreglar malos entendidos.
Si por cualquier motivo la explicación o el diagnóstico proporcionado por su profesional no les satisface, tienen todo el derecho de pedir una interconsulta con otro colega. Sin embargo debe aclararse dos puntos:

La interconsulta debe ser consensuada con el profesional actuante, y no a espaldas del mismo.

En lo posible, debe ser el profesional que está llevando el caso, el encargado de realizar la interconsulta.

El profesional consultado, solo va opinar sobre el caso en cuestión.
Como habrán adivinado a esta altura, sin importar los diferentes puntos de vista u opinión, en última instancia lo que importa es que siempre haya Respeto entre las partes.

Espero que este artículo les sea útil, y nos encontramos en futuras entregas.

Recuerden que este sitio es solo una guía y de ninguna forma suplanta la actividad de su Médico Veterinario de cabecera.

Un saludo y hasta la próxima entrega.

Atte. Dr. Abel F. Bacigalupe