🐎 🐎 🐎 Crianza: ¿Arte, Industria o Suerte?
El caballo siempre fue un excelente tema para ambientar películas de cine.
En especial, aquellas en donde la competición era el tópico preponderante.
Casi siempre, empieza con el encuentro de un potro con un chico, que lo adopta como una mascota.
Luego lo doma, lo monta y comienza a correr a campo traviesa.
En ese momento el binomio es “descubierto” por un entrenador en decadencia que intuye el potencial del caballo e intenta comprar al semental o que un jockey renombrado lo corra.
Al final, el equino se consagra, venciendo con el chiquillo en su montura.
Es posible que a fines del siglo XIX e inicios del XX, surgieran sementales veloces sin un método.
Los registros de caballos estaban abiertos, era frecuente cruzar animales de origen conocido con otros mestizos, y aun así, sacar un buen caballo de carreras.
Hoy en día, las cosas han cambiado bastante.
En primer lugar, el Stud Book, que es el ente donde se inscriben todos los caballos de carreras (SPC), es un registro cerrado.
Esto quiere decir, que no es posible que compita un caballo mestizo.
En segundo lugar, desde la década del ´50 en adelante, la cría de SPC se convirtió en una industria sin chimeneas, que genera miles de millones de dólares al año.
Ello conllevó, incremento en el estudio de sangres, selección de pedigríes y conformaciones.
Mejora en la crianza.
Mayor cooperación entre criadores, veterinarios, herreros, ingenieros agrónomos, propietarios, informáticos, laboratorios y un largo etcétera.
Hoy sacar un buen producto requiere de un 80% de estudio y conocimientos y un 20% de suerte (¿o crees que no es necesaria?)
Lograr un excelente padrillo, una prolífica yegua madre y potrillos excepcionales es un trabajo titánico que no puede ni debe dejarse en manos de aficionados, por más buena voluntad que tengan.
Importantes haras han fracasado en la elección, no de uno o dos, sino de varios padrillos, y solo la calidad de sus yeguas madres, de la tierra y del personal le han posibilitado salir a flote y no fracasar en el intento.
Otros no fueron tan afortunados, y hoy son historia.
¿Deseas criar?
Hay algunos tips necesarios que conozcas de antemano.
– Es una actividad muy onerosa. No la encares solo para abaratar costos. Te vas a llevar un gran chasco.
– Es muy estresante y de largo aliento. Si tu única chance es un solo tiro, no estas en el camino correcto.
– Armá un equipo sólido y confiable, antes de comprar tu primer reproductor o las tierras.
– No busques culpable a cada rato, los mejores haras no se hicieron de la noche a la mañana.
¿Tenés más dudas?
¿No sabés donde evacuarlas?
>> Escribime Acá y con gusto te contesto <<
Abel F. Bacigalupe