Hora de aclarar dudas.
Como todas las semanas te invito a que comuniques con nosotros y nos hagas las preguntas que quieras, intentaremos resolverlas siempre de la manera más sencilla.
Una de las consultas que me hicieron hace unos días fue:
Si todos los veterinarios estudian de los mismos libros y en mas o menos las mismas universidades ¿Por qué a la hora de atender un animal, frente al mismo individuo unos tiene un diagnostico y tratamiento y otro colega tienen otro diagnostico y tratamiento completamente distinto?
Y creo que la pregunta es totalmente válida, así que intentaré ensayar una respuesta .
Una de las respuestas al momento de empezar a dilucidar este tema es, como dice mi amigo Esteban Di Gennaro, que cuando te recibís, te dan las llaves de la biblioteca y recién ahí empezás a aprender. O sea, la facultad te da los rudimentos, y luego esta en cada uno perfeccionar sus conocimientos y habilidades a medida que pasa el tiempo.
Una segunda respuesta sería: ¿que escuela tiene cada uno? Y por escuela, como me referí en otro blog, no me refiero a en que Universidad estudió cada uno, sino al lado de quien comenzó a dar sus primeros pasos en la profesión. Aquí encontramos de todo, desde personas amables, sabias y con capacidad docente a personas que no se sienten cómodos con personas a su lado, que no desean enseñar o que no saben. En el medio de estas dos puntas encontramos un sinnúmero de variantes.
En tercer lugar está la propia experiencia que cada uno puede ir desarrollando como profesional. Va desde que errores cometió y si tuvo la oportunidad de aprender de ellos, así como de los aciertos. Sumado a esto influye la cantidad de animales que tenés que revisar a diario y la presión a la que estas sometido muchas veces para resolver situaciones que no están en los libros.
Es allí donde los conocimientos adquiridos vienen en ayuda, a veces de forma consciente y otra inconscientemente, pero siempre con una sólida base detrás. Otras pocas veces, ya sea por tiempo, presupuesto u otras circunstancias, toca improvisar, y de esas situaciones también se aprende.
Espero que estas lineas te sean de utilidad a la hora de aclarar tus dudas y sobre todo a la hora de contratar los servicios de un profesional.
Y recuerda: Nada es imposible, si no te rindes. Si te caes, muchos estarán para ayudar a levantarte, pero ninguno se levantará por ti.
Un saludo y hasta la próxima.
Atte. Esp. Abel F. Bacigalupe
Celular: 54 9 11 4418-6559
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