Todos los caballos corren ¿“Enchinchados”?


Quizás has leído los diarios o escuchado las noticias en los últimos meses, y te habrás enterado de la preocupante cantidad de casos de animales que han dado positivo en los controles antidoping, con las más diversas sustancias, desde antiinflamatorios hasta drogas ilegales y que terminan en el fuero penal.

Y la verdad es que si bien es para preocuparse, se ha instalado en la sociedad últimamente la idea de que los burreros no tienen ninguna sensibilidad con los animales e incluso he llegado a leer y escuchar que son asesinos, por parte de personas ajenas a la actividad y que en muchos casos solo quieren obtener beneficios lucrando con el dolor ajeno.

Es cierto que es una actividad donde hay juego involucrado. Es cierto que lo más importante es ganar. Es cierto que cuanto más carreras gana un entrenador o un patrón con sus caballos, no solo recibe más dinero, sino también, más fama, más prestigio y más glamour.

Pero reducir la actividad hípica a un mero negocio es desconocer por completo el espíritu, la historia y lo valores que tiene esta mas que centenaria actividad. La actividad hípica da trabajo a miles de familias solo en la República Argentina. A saber, y sin tener la pretensión de hacer una lista exhaustiva podemos citar a los criadores, cuidadores, capataces, peones, vareadores, serenos, jockeys, herreros, veterinarios, cronometristas, laboratorios, negocios de venta de zooterápicos, talabarteros, transportistas, industria gráfica (Diarios, revistas, fotografías, en papel y digital) persona de mantenimiento, paisajistas, constructores, agricultores que cosechan los fardos y los granos que sirven de alimentación y las camas de paja, carpinteros que proveen la viruta, cama de arroz, firmas rematadores, comisionistas y seguro me estoy olvidando de unos cuantos más. 

Y no en vano se ha intentado relacionar esta problemática con otra de aparición mas o menos reciente. Desde hace un tiempo se ha querido instalar una pelea, entre los hipódromos y su gente por un lado y el resto de la sociedad por el otro con respecto al temas del famoso subsidio. Para empezar hay que aclarar que no es un subsidio sino un fondo de reparación que instauró la provincia de Buenos Aires para que los hipódromos de esta provincia no instalaran maquinas tragamonedas como si hizo el Hipódromo de Palermo y del cual sale parte de la bolsa de premios. Cada uno puede tener su postura con respecto a como deben los poderes ejecutivos administrar los impuestos, pero no se debe desconocer que sacar ese fondo puede traer mayores penurias a las familias, y perdidas de gente de trabajo. Y creo que sí estamos todos de acuerdo que estas dos últimas consecuencias no las quiere nadie.

Por el otro lado está el tema de las protectoras de animales. Sin desconocer que la mayoría actúan de buena fe y buscando el bienestar animal, debemos reconocer que algunas pocas actúan con ignorancia y otras con maldad. Se quiere prohibir la tracción a sangre por “Inhumano”, sin tener en cuenta que los animales, no son humanos, son seres vivientes, con sentimientos y emociones, pero son animales y no humanos. Equiparan el uso de un animal con el abuso y el maltrato sin caer en la cuenta que muchos de esos animales tendrían una vida mucho más miserable si no estuvieran al cuidado de esas personas y muchas razas (y especies como la equina)  directamente se hubieran extinguido sino hubieran adquirido importancia como compañeros de deportes. Sin entrar en que esas mismas personas que quieren prohibir la tracción a sangre de los animales por inhumano, no quieren prohibir a los cartoneros y demás personas que tiran de carritos por la Capital Federal y el gran Buenos Aires ¿Será que en este caso no es inhumano?

Asociado a todo este fenómeno esta el caso de la proliferación de teléfonos celulares con cámara y redes sociales que son capaces de difundir una noticia en cuestión de minutos a cualquier parte del planeta, cuando ello antaño era casi imposible. Quizás entonces, no radica el problema e que hay muchos más casos, sino que lo que sucede es que tienen mayor exposición pública.

Finalmente con el tema del doping en sí. Puede ser que haya personas que busquen ventajas más allá de los límites establecidos. Eso pasó, pasa y seguirá pasando en todos los deportes. O es que no hay casos de doping en los deportes practicado por personas, ya sea en Olimpiadas, Mundiales, Ligas nacionales y hasta provinciales. Ni hablar de los ingenieros en la formula uno buscando estar siempre al limite del reglamento. A veces con éxito y otras no. Por otro lado, cada año aparecen nuevas drogas y al mismo tiempo los análisis y los equipos de detección de metabolitos son más sofisticados, con lo cual se detectan sustancias y/o concentraciones de drogas que antes no eran detectadas.

Para finalizar quiero resaltar, que en el caso de las carreras oficiales, no se permiten muchas sustancias que si están permitidas en las Olimpiadas o en los campeonatos de futbol  por ejemplo, ciertos analgésicos, dosis bajas de cafeína, antihistamínicos y tengo entendido que hasta incluso ciertos medicamentos para enfermedades coronarias. Distinto es el caso de las carreras no oficiales, ya que allí al no existir reglamentos, pues no se estaría violando ninguna ley. Quizás es en estos casos donde sería deseable contar con algún tipo de reglamento que incluyera la presencia de controles antidoping y charlas de concientización que mitiguen los casos fatales.

Espero que esta reflexión ayude al debate y espero tu respuesta.

Y recuerda: Nada es imposible, si no te rindes. Si te caes, muchos estarán para ayudar a levantarte, pero ninguno se levantará por ti. 

Un saludo y hasta la próxima.

Atte. Esp. Abel F. Bacigalupe

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